Aunque sea poco a poco por Luis Javier Crisóstomo

“Quédate en casa” y aprovechar la oportunidad para reflexionar sobre el por qué los servicios de salud tienen poca calidad, visión reducida, baja cobertura, escaso presupuesto, bajos salarios al personal médico y escasez de medicinas. En esta pandemia sinónimo de enfermedad y muerte, un trabajador de salud del más alto nivel, dice que no hay que malgastar los recursos.

Mientras vivamos los días de cuarentena, es sano revisar en familia qué instituciones y qué servicios no están funcionando como debe ser. Revisar, por ejemplo, el funcionamiento del Congreso de la República, qué leyes ha emitido en los últimos 20 años para concretar la democracia, aquella democracia que busque la vivencia de la justicia, la paz y el bien común. Reconocer cuánto ha legislado por responder a las grandes necesidades y problemas que viven los ciudadanos y los pueblos a quienes se supone representan. Qué respuestas han concretado para la disminución y eliminación de la pobreza, qué han legislado para el reconocimiento y representatividad de los pueblos originarios en la estructura del Estado, cuál es la propuesta para cambiar la actual ley de partidos políticos, qué iniciativa de ley hay para una verdadera reforma educativa que necesita la plurietnicidad y el desarrollo integrado de Guatemala. En qué momento, los diputados ejecutan trabajo de campo para revisar el funcionamiento y estado en que se encuentran los servicios públicos de salud y educación escolar en todos los niveles. Con sus ojos de legislador deben evaluar la contaminación y la conservación del ambiente, entre otros temas. Es cuestión de hacer cuentas, 180 diputados visitan en dos días todos los municipios que integran Guatemala y en una semana pueden visitar alrededor de 1,000 aldeas. Estas visitas pueden acercar alguna comprensión de la cruda realidad del país y empiecen a legislar en la dirección deseada. Qué propuesta tienen para la construcción del Estado que se organice con la representatividad de todos los pueblos de Guatemala. Pues bueno, hay que tener presente que los pueblos, aunque sea poco a poco, van despertando y pueden iniciar una demanda a través de estrategias y acciones concretas y haciendo uso de muchas voces en K’iche’, Mam, Kaqchikel, Español, Garífuna, Xinka y en todos los idiomas del país exigiendo la transformación que el país necesita. Por el momento y puede que algunos años más, los diputados se pueden dar el lujo de manipular, engañar, hacer promesas y llegar a dormir al Congreso. Muchas personas consideran que los diputados sirven para conseguir trabajo en el sector público. Los diputados deben tener presente que la promoción en medios de comunicación no les ayuda en nada para fortalecer su imagen porque no se vive efecto alguno de su quehacer en la vida de la mayoría de habitantes del país.

Del poder ejecutivo, si se habla en estos términos, en la campiña, casi nadie sabe de qué se trata. Si se habla del Presidente de la República, sí se sabe algo, incluso muchos saben el nombre del Presidente, algunos reconocen que votaron por él. El punto débil está en que no todos saben qué hace o qué debería de hacer el Presidente o el poder que representa. Cuando se habla del Organismo Judicial, en estos términos, muy pocos conocen de qué se trata. La cara visible de este Organismo, es el Juzgado de Paz que aparece en las cabeceras municipales.

Algo se va aprendiendo de la experiencia y modelo de organización de otros pueblos que bien pueden aportar luces al camino o a los caminos para la transformación deseada que sea justa, equitativa, democrática y plena.

LUIS JAVIER.jpeg
Ignacio EspañaComentario