Día Mundial de la Libertad de Prensa por Luis Javier Crisóstomo
Seguimos con el “Quédate en casa” porque apreciamos la vida, somos ciudadanos responsables, no queremos muchas personas muertas. Del 13 de marzo a esta fecha, los más empobrecidos no han recibido ayuda alguna de las que ha anunciado el Gobierno de Guatemala. Esta lentitud en las decisiones políticas y en la administración pública hacen que una parte del pueblo no tiene comida y no hay quien se acuerde de llevarle alguna esperanza.
En cuanto al Día Mundial de la Libertad de Prensa, en este contexto, fortalezcamos los medios de comunicación sin dificultades para dar a conocer la profundidad de la realidad de vida de los pueblos de Guatemala y por eso ningún poder debe limitarles la posición y funcionamiento. Necesitamos los medios que no junten su postura con los gobiernos de turno que mantienen a los pueblos en la injusticia, la pobreza, el analfabetismo y la discriminación. No es deseable tener medios que manipulen en momentos coyunturales como las elecciones generales o en momentos críticos que se viven durante calamidades de todo tipo. Necesitamos medios que asuman el espacio que dejan las instituciones de poder del Estado que no reconocen ni informan de las condiciones de vida de los pueblos. Mucho se puede responder a las debilidades de la educación que niega el multilingüismo y plurietnicidad del país.
Necesitamos confiar en parte en los contenidos de una prensa que investigue de cerca los hechos, que hable con los pueblos, que camine descalzo para palpar la realidad y las condiciones de vida de los empobrecidos, que use lentes de aumento para identificar los indicadores de justicia, igualdad, reconocimiento y democracia. Queremos fortalecer los medios de comunicación que tienen muy buenos ojos para identificar hechos y consecuencias de la injusticia que provoca el Estado, aquellos medios con buen olfato y tacto para identificar y denunciar la corrupción. Felicitamos a la prensa que camina a pie, va a las montañas, lleva sus tortillas en el maletín tan solo para llegar al lugar de los hechos como la invasión de tierras, desalojo de los empobrecidos, desvío de ríos, encarcelamiento de los que defienden la vida de la población y del ambiente.
Queremos medios que identifiquen y denuncien el racismo y discriminación. Que sepan analizar y denunciar el impacto negativo del conjunto de normas que no propician la construcción de la democracia, la justicia y la paz. Analizar y presentar datos e información del efecto negativo o positivo de las políticas públicas que no toman en cuenta la pluralidad étnica del contexto. Hay que democratizar las mentes antidemocráticas e injustas que diseñan y ejecutan políticas públicas monoculturales para diversidad de culturas puesto que generan problemas de gobernabilidad de los pueblos.
En un país democrático, es necesario el esfuerzo de los medios de comunicación por escuchar y comprender los idiomas de los pueblos marginados, que sean portadores de la voz de los que no tienen reconocimiento pleno de sus derechos colectivos y que den a conocer la visión de los excluidos acerca de la vida y del ambiente. Los medios de comunicación deben hacer el esfuerzo con permitir que los pueblos piensen, opinen, canten y se expresen a través de su idioma materno. Cuantos más idiomas se utilicen, más formas de vida y de aprecio se permiten para la plenitud de vida. Que viva el esfuerzo por la libertad de los medios de comunicación. No a esfuerzos legales por limitar la libertad de prensa y tampoco es sano tener aquellos medios que venden fácilmente su pensamiento al quien les paga mejor.
