Globalización y tecnología versus neoliberalismo por Beatriz Villarreal

Pareciera que a partir de la crisis global del 2008 el consenso se rompió, la globalización se comenzó a desmoronar, las instituciones globales se volvieron impotentes, y, problemas como la guerra de las drogas, el nacionalismo postsoviético y el yihadismo, junto a las migraciones, y la resistencias a éstas, están provocando una crisis en el centro del sistema. Para Paul Mason (2019), la crisis actual anuncia el fin del modelo neoliberal, como un síntoma de la discordancia que se da entre los sistemas de mercado y una economía basada en la información. Esto hace posible pensar en la búsqueda que dan cantidad de nuevas respuestas para superar esta situación. El neoliberalismo ha profundizado las desigualdades, éstas han retrocedido a las existentes hace cien años atrás. Han desencadenado luchas sociales y dinámicas que ponen en peligro la supervivencia del sistema global.

La informática en los países más desarrollados y en los menos desarrollados está reduciendo la necesidad de trabajar, han desaparecido las líneas divisorias entre el trabajo y el tiempo libre; y ha debilitado la relación entre trabajo y salarios. Los bienes tecnológicos, al ser abundantes, están corroyendo la capacidad del mercado, que trabaja con la escasez y la consecuente formación de los monopolios de manera no vista hasta ahora. Este es el nuevo contexto en el que ha surgido un nuevo tipo de producción, denominada colaborativa, con la aparición de nuevos tipos de bienes, servicios y organizaciones, que ya no responden a los dictados del mercado que son la propiedad privada y la ganancia. Ejemplo de ello es Wikipedia: 27.000 voluntarios trabajan sin cobrar su trabajo. Esto pone en entre dicho el negocio privado de las enciclopedias. Para Mason “…franjas enteras de la vida económica están empezando a moverse a un ritmo diferente en los nichos y huecos que deja abiertos el propio sistema de mercado”. Allí han proliferado muchos de ellos. Son el resultado directo de la descomposición de antiguas estructuras después de la crisis del 2008. Son monedas paralelas, bancos de tiempo (de trabajo, no de salario), cooperativas y espacios auto gestionados, entre otros.

Son nuevas formas de propiedad y de préstamos, nuevos contratos legales. Es una nueva cultura empresarial y de negocios que está surgiendo en los últimos diez años. Es la denominada economía compartida o colaborativa y de producción entre iguales. Son proyectos micro impulsados por una nueva concepción de la tecnología, la propiedad y el trabajo mismo. Es un nuevo sistema y un nuevo modo de vida en pleno proceso de formación. Es un nuevo terreno global. Es fragmentario y está orientado a las decisiones en pequeña escala, al trabajo temporal y a la multiplicidad de habilidades (o competencias). Se ha abierto la producción colaborativa que utiliza la tecnología en red (colectiva, en grupo o en equipo) para generar bienes y servicios que funcionan de forma gratuita y compartida. Las redes son capaces de constituir un sistema no mercantil que se reproduce por sí solo.

Todo esto es posible a partir de la red que funciona como la red eléctrica. A este denominado info capitalismo, el nuevo agente social de cambio histórico es el ser humano, formado y conectado. Pero para lograr esto se tiene que superar la contradicción existente entre unos bienes y una información gratuitos y abundantes contra un sistema económico y financiero privado y monopolista, apoyado por los Estados. Se puede resumir en una contradicción existente entre la red y la jerarquía. Es una lucha entre viejas formas de sociedad moldeadas por el capitalismo y otras que anuncian nuevas formas que se están haciendo evidentes.

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