César Sagastume - LA EVALUACION DE LOS PERIODOS CICLICOS

La evaluación hace perfectible los procesos: el Estado se olvida de este principio para la convivencia de paz y el bienestar social


Trascurridos los primeros dieciocho años del siglo XXI, pareciera que el género humano es testarudo de no aprender de los eventos que están generando la autodestrucción del planeta y la desaparición del género humano del escenario en donde actúa esta generación que tiene la responsabilidad de dejar mejores condiciones de vida a los hijos de nuestros hijos.


Es impostergable la tarea de evaluar las acciones que demanda la Constitución de la Republica al Estado, hasta donde  se ha mejorado la convivencia humana en este ciclo, vale iniciar con el tema educativo, que continua presentando bajos estándares de calidad, a pesar de los esfuerzos que se anuncia en los discursos de los funcionarios; se sigue contando con un déficit de cobertura, deficiencias en la infraestructura, presupuesto deficiente, en donde en un porcentaje significativo se invierte en inversión con rubros limitados en su funcionamiento, además de los compromisos de capacitaciones y profesionalizaciones y pago a las universidades, pago del pacto colectivo, que pareciera no es sometida a nuna rigurosa evaluación que permita retroalimentar el proceso para hacerlo perfectible que demuestre en vamos en el camino correcto.


Otro de los temas lo constituye el deterioro de la flora y fauna, tema que es parte del discurso cotidiano pero nadie le pone un alto; fuentes hídricas contaminadas,escasez de lluvia causadas por el cambio climático, el corredor  seco cada vez más severo minimizando la productividad de alimentos, incremento de desnutrición, en síntesis la contaminación ambiental sin control, deslaves, erosiones, inundaciones, que sin lugar a duda son provocados por el mal manejo de los recursos naturales, lo señalan pero no hay muestras de medidas remediales concretas.


La Violencia que ha hecho presa del comportamiento humano, en donde se ha perdido los principios divinos de irradiar el amor y que todos nos amenos como a nosotros mismos; seguimos con indicadores asombrosos en donde crece exponencialmente este mal; el enfrentamientos entre grupos disóciales, sin poner alto a este mal para la convivencia de paz y bienestar de una ciudadanía que espera que se superen estos males apocalípticos.


La pobreza y extrema pobreza, la falta de vivienda, en donde la mayoría ciudadana vive en condiciones inadecuadas, en donde no se logra que todos tengan las mismas posibilidades de vida digna. No se cuenta con fuentes de trabajo para que lo habitantes tengan lugar en donde ganarse dignamente un salario y evitar la emigraciones a otros países, como suele suceder con las migraciones masivas, buscando lo que la incapacidad de gobernante no ha podido ofrecer porque se las han negado.


Se han olvidado de la construcción de proyectos de trascendencia, en donde el desarrollo de los pueblos llegue en forma ordenada y lograr la vivencia honrada y pacífica en donde todos tengan mejores condiciones de vida.  No se ha podido erradicar la Ignorancia y el analfabetismo para considerar a una nación con cero analfabetismos y entrar a competir para eliminar el analfabetismo según la Unesco, Problemas serios en el sistema penitenciario, cárceles colapsadas en donde los privados de libertad viven asignados, sin tener respuestas a su recuperación social para ser reinsertados a la sociedad y cada vez  los privados de libertad por prisión preventiva crece  de manera exagerada. A pesar de los esfuerzos y destellos dela participación ciudadana para reestructurar las telarañas de la grey política perversa le gana el pulso al Estado que se ve impotente para recomponer la convivencia de la democracia plena en el marco del sistema Republicano de una nación libre.


Al final de otro ciclo, vale evaluar cada uno de esos y otros temas para concretar resultados; ojalá no se siga con el mismo comportamiento de no evaluar periódicamente Los Objetivos de Desarrollo Sostenible como lo hicieron con Los Objetivos del Milenio, que en su momento se olvidaron de evaluar los avances en cada cierre de ciclo.  En este momento es  una exigencia ciudadana saber de qué manera el Estado cumplirá para mejorar esos indicadores, para considerar que  en el corto o la mediano plazo, viviremos en paz, gozando del bienestar, pero siempre con la preocupación que al final aún no se ve la luz al final del túnel que dé esperanza de la recreación del Estado.

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