¡Es hora de reconstruir la nación! - César Sagastume

Borremos lo malo que hicieron  los malos y volvamos a empezar para reconstruir a la Guatemala que soñamos en este nuevo evento electoral.

Ya suenan los tambores de victoria o derrota y principian la danzas de hombre y mujeres que juegan política con la dignidad del pueblo, político corrupto que algunos llaman  protervo, venal, licenciosos, pervertido y cuantos más apelativos caracterizándose por ofrecer servirle al pueblo y termina sirviéndose de él. Estos son los malos que abundan en esa danza, pero deben haber buenos y es  el momento de escogerlos que seguro hay, pero no toquemos los mismos tambores y vayamos al ritmo de la danza de los malvados,  porque seremos derrotados una vez más.  Nuestra generación tiene la obligación de enmendar y reencontrar el camino que prepare y reconstruya la nación para descansar tranquilos después de la vida; multipliquemos el mensaje de ser conscientes de borrar lo malo y los que hicieron mal, volvamos empezar olvidando el fanatismo por alguien que no conocemos y si de verdad queremos que  se cambie el rumbo; démonos una mirada al interno y hagamos un cambio del mal al bien, manejando el principio que si se cambian las partes, también cambiará el todo.

Es momento de perseverar en el bien, no es fácil, porque el mal nos ha invadido, pero hay que continuar insistiendo, y si nos cansamos, hay que descansar y seguir insistiendo, porque es de cobardes rendirse del intento  de reconstruir la patria.

Así como imaginamos un mejor futuro personal, podemos proyectar el futuro  de nuestra sociedad. Esta es una actitud y entonces podremos afirma que seleccionando a los buenos ciudadanos y probos en la práctica de la democracia plena, se compromete a salir del bache de la podredumbre, se debe tener una visión de futuro próspero, porque es nuestra responsabilidad, haciéndonos partícipes, críticos constructivos, deliberativos y congruentes en nuestros actos y ser conscientes de cumplir con los derechos y deberes ciudadanos. Esto lleva una responsabilidad individual que trasciende con la colectividad social.

Cuando los tambores del movimiento político suenan en la danza de “personalidades” que no solo ha querido enquistarse en el Estado para sacar provecho, incluyendo a los miembros familiares, enarbolando el estandarte del nepotismo, en donde han cooptado de familiares los tres poderes del Estado que pretende nuevamente ser los  nuevos dirigentes de los pueblo, ciudades y de la nación, vale la pena que el pueblo principie a jugar su rol de ciudadanos, debiendo irradiar formación ciudadana en todos los campos que les toque actuar para que los distintos grupos sociales, étnicos y académicos principien a detectar a los buenos para cumplir con la responsabilidad de elegir, omitiendo intereses personales ya sea por obtener cargos importantes o porque se cobren el favor de haber  invertido  para alcanzar intereses personales, olvidándose de los intereses del soberano pueblo.

Esa actitud de ciudadanía, debe hacerse florecer  en la antesala de los eventos electorales, haciéndose una introspección personal y visualizarse al interno y lograr el cambio para lograr de mejor manera, lo que corresponde hacer como tal. Deben jugar un papel protagónico  el Sector Educación, principiando a irradiar ciudadanía desde los primeros grados, actitudes que transformen a los electores y a los que aspiran a ser electos, el Sistema Educativo en todos sus niveles y con mayor énfasis la Educación Superior en donde participen desde la universidad estatal y todas las universidades privadas, en donde incorporen un centro de interés educativo, para formar ciudadanía, logrando que el grueso de estudiantes tomen conciencia de elegir y ser electos; este  es el momento de implementar aprendizajes  a todos los guatemaltecos para que esta vez no nos equivoquemos para elegir, y lo hagamos con el fervor cívico que nos merecemos para cambiar la historia y aceptar el reto de reconstruir la nación, porque es responsabilidad de todos.

A la empresa privada, invitarlos para que sin tomar partido y sin sacar provecho para servirse del Estado, también trabajen para formar ciudadanía a sus trabajadores, aprovechando los recursos económicos que han otorgado la llamado “financiamiento electoral ilícito” utilizando esos recursos para ser capaces de elegir a las autoridades que tengan la tarea de reconstruir el Estado.

Una exigencia a los tres poderes del Estado, para cambien de actitud; los malos que se han aprovechado para cambiar su nivel económico y dejaron ser pobres para enriquecerse, para que al menos los intereses de sus ahorros los inviertan para hacer una ciudadanía democrática, haciendo cruzadas de capacitación ciudadana.

La influencia mediática debe jugar un papel importante para principiar desde ahora, haciendo conciencia ciudadana para saber elegir democráticamente a los que gobernarán en el próximo periodo de gobierno, para elegir a los más aptos, sin tomar partido, evitando ser beneficiados con intereses perversos; finalmente, una invitación a las iglesias para que juegan un papel importante, informando a los feligreses a seguir los mandatos del maestro de maestros, que siempre nos enseñó a ser congruentes con las necesidades del pueblo.

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Ignacio EspañaComentario