La cruzada de Trump en Centroamérica I de tres partes por Cristóbal Pérez-Jerez 

Donald Trump pasará a la historia como uno de los hombres más poderosos de su tiempo. Los historiadores lo van a retratar, sí es que el planeta resiste el cambio climático, como un verdadero traidor, como el personaje que no se detiene ante nada para cumplir sus promesas. Su grandeza estriba en que lleva al planeta con un claro rumbo de la visión humanista, el ser humano tiene derecho de propiedad de todo, y los deseos del ser humano se anteponen a todo.

Es intrigante, es capaz de negociar hasta con su peor enemigo y luego debilitarlo; es capaz de construir proyectos con sus amigos más cercanos y luego apuñalarlos, es escurridizo, tránsfuga. Pero tiene sus objetivos claros. Inició su carrera como miembro del Partido Demócrata, y cuando menos se percataron se les coló a los republicanos que todavía no despiertan del poder que adquirió este personaje en las sombras.

Ahora se ha trazado una nueva campaña. Detener la emigración centroamericana y reconvertir a Centroamérica en lo que ha sido siempre, una colonia. La paradoja es que los mojigatos intelectuales y dirigentes de estos pequeños países se imaginaban aparecer con grandes pompas celebrando unos supuestos 200 años de independencia. Y la realidad les saltó a las narices. Trump les dice: ustedes son colonias, son terceros países seguros, son nuevos guatánamos.

Repasemos la propuesta de recolonizar las colonias.

Estados Unidos tiene un gran problemas con el narcotráfico y la emigración. La migración es un elemento fundamental para mantener el sistema productivo de la primer potencia mundial. Los migrantes realizan los trabajos necesarios que el gringo no quiere realizar. Tanto en agricultura, artesanías y servicios mal pagados el emigrante es fundamental, sin él el sistema perdería una de sus bases. Pero el emigrante llevaba en sus alforjas las mieles del éxtasis para el mal llamado americano, las drogas.

Las drogas son un gran problema. Primero, le encantan al gringo, una gran proporción de estadounidenses consume drogas y pagan por ellas enormes cantidades de dinero por sus distintos tipos. Segundo, generan ingresos extraordinarios para los mal llamados latinos, que fueron bendecidos con la ilegalidad del comercio de drogas, pues ello generó enormes organizaciones en ambos lados de las fronteras inundando de dólares a las bandas americanas y latinoamericanas. Tercero, los bancos gringos se han llenado de dólares, así como las economías desde Bolivia hasta Estados Unidos que funcionan con el lavado en forma espectacular.

Aquí es donde necesitamos la visión profunda de un Honoré de Balzac. Aquel divino escritor no se limitaba a mirar lo aparente, sino sabía ver detrás de bastidores, y era capaz de ver el verdadero contenido de los hechos de su tiempo. Trump quiere llenarse de gloria y aparecer a los ojos de votante miope de los Estados Unidos, y seguramente lo logrará, como el gran líder que resolverá los dos problemas al mismo tiempo. Va a detener el tráfico de migrantes y de drogas, aunque para eso tenga que destruir y dejar en ruinas a los siete países centroamericanos (desde México hasta Panamá). Incluso es posible que para darle legitimidad al maltrecho ejército de Guatemala, sacrifiquen, junto con Inglaterra a los desterrados de Belice.

El asunto de fondo es que de lograr este resultado imposible. Detener el tráfico de personas y drogas supone cerrar el chorro de dólares que estas actividades generan, lo cual sumiría en graves faltantes de liquidez a las economías de los siete centroamericanos, generando una quiebra generalizada de los gobiernos. Pero, queda en el aire varias preguntas: ¿de dónde saldrá esa enorme cantidad de droga para el gusto de todos los estratos sociales gringos?, ¿Qué harán los bancos gringos con las enormes masas de dólares lavados?, ¿harán falta o no las masas de dinero que hoy genera el narco, tanto en la economía subterránea como en los bancos gringos?, ¿Qué pasará con las masas humanas acumuladas en territorio de Guatemala, El Salvador, Honduras y los otros?

Lo que ofrece el imperio

Según los medios de Estados Unidos, las respuestas son las siguientes:

El 26 de julio de 2019, el secretario de prensa interino (en el gobierno de Trump todos los funcionarios son interinos), Lu Maheda, encabezó una mesa de prensa, y dijo “Vamos a continuar y comenzaremos con una introducción por el Secretario Interino (¿?) de la Oficina de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan.  Él iniciará con una declaración de contexto, y luego tomaremos algunas preguntas.”

McAleenan: “Acabo de regresar de la Casa Blanca, donde firmamos un acuerdo para cooperar en asilo y en búsqueda de protección lo antes posible con nuestros socios en Guatemala. El Ministro de Gobernación, Enrique Degenhart Asturias, estuvo conmigo en el Despacho Oval de la Casa Blanca para la firma y ha sido nuestro socio, trabajando en este acuerdo e identificando las prácticas procesales para ejecutarlo.”

“El miércoles recibí a los Ministros de Gobierno y de Gobernación no solo de Guatemala, Honduras y de El Salvador, sino también de Costa Rica y de Panamá aquí en la sede del Departamento de Seguridad Nacional”. Una duda inicial, por qué los gobiernos de la región no han informado de todas esta negociaciones que ponen en alto riesgo y generan incertidumbre en la región.

Pero sigamos el argumento de los interinos. Lo que habla es que el acuerdo impuesto por Estados Unidos es una “alianza continuada para intentar romper el agarre de las organizaciones de tráfico de personas sobre el flujo de migrantes hacia la frontera de los Estados Unidos”. Según el secretario de seguridad, sólo el tráfico de personas genera entre 3 y 5 mil millones de dólares en este momento. El cinismo del interino es justificar el cierre de fronteras y la represión con el argumento de que lo que quiere Estados Unidos es impedir que “expongan a los jóvenes y a las familias de nuestros vecinos en Centro América a este viaje tan peligroso hacia la frontera de los Estados Unidos.” Olvida que han sido las intervenciones militares de Estados Unidos en la región, que no permitieron reformas sociales para un capitalismo democrático las que han sumido a estas poblaciones a riesgos, pobreza, miseria, hambre y explotación salvaje. Estas condiciones hacen más peligroso quedarse en sus países de origen que emigrar hacia las fronteras del norte.

El secretario de seguridad no menciona que reformas económico-sociales-políticas se realizarán en los países de Centroamérica para convertirlos en naciones que inviertan en educación, salud y trabajo de calidad para sus habitantes.

Lo que sí dice el interino es que desde hace años el gobierno de Trump negocia bajo de la mesa con estos gobiernos coloniales. Y que en marzo se inició la firma de acuerdos espurios entre funcionarios de segunda categoría para facilitar la intervención de Estados Unidos en forma militar. Será una nueva región similar a oriente medio, con ciudades, sociedades y poblaciones arrasadas y dejadas en ruinas para gloria del gran líder de Estados Unidos.

El primero de los acuerdos que garantizan el poder intervencionista se firmó en marzo, con todos los gobiernos centroamericanos. El segundo firmado en julio solo con Guatemala; pero son los primeros. Luego vendrán los de El Salvador y Honduras; para cerrar con Nicaragua, Costa Rica y Panamá.

Un periodista, Ted Hesson, preguntó: “¿Puede explicar cómo funciona este acuerdo, cuándo entrará en vigencia, y también si hay otras compensaciones aquí, particularmente en lo que se refiere a visas, y exactamente qué obtendrá el gobierno guatemalteco a cambio de servir como un tercer país seguro para los migrantes que van en ruta a los Estados Unidos?

Luego de dar vueltas, el secretario indicó que el gobierno guatemalteco ya acordó “tomar medidas operativas para enfrentar a las organizaciones que trafican personas.  Esto es simplemente el siguiente paso en esa evolución en la cual ellos también están brindando protección de asilo a aquellos que pudieran buscarla dentro de Guatemala, el lugar más cercano para aquellos que podrían arribar, en lugar de que eso ocurra en la frontera de Estados Unidos.”

Guatemala asume un compromiso unilateral. Sin compromiso de ayuda social ni económica se enrola en la tarea de reprimir y concentrar las caravanas de emigrantes.

¿Qué otros riesgos tenemos en la región?

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