Juan Gregorio - La noticia más grande de la historia

La noticia más grande de la historia fue cuando los ángeles dieron el anuncio a  los rústicos pastores de que había nacido en el pueblecito de Belén Jesús el Cristo, el Salvador del mundo.

¿Quién es este Jesús, el Salvador del mundo? Viéndolo desde su naturaleza divina, este es el verbo que dice Juan el apóstol en su Evangelio (Juan1:1). Literalmente dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios (Verbo quiere decir palabra). Cuando dice en el principio, quiere decir que en el principio de la creación del universo. Esto quiere decir que, desde el principio de la creación del universo, ya existía el Verbo. Y que este Verbo existía con Dios. Lo cual quiere decir que tenía independencia propia. Y, al mismo tiempo, este Verbo era Dios. Aquí están definidas las dos personas de la Santísima Trinidad. La tercera persona de la Trinidad es el Espíritu Santo. Dice en el Evangelio de Lucas 1:35, que María concibió en su vientre al Hijo de Dios por el poder del Espíritu Santo.       

Lo interesante es que, dice en el versículo 3 del capítulo 1 del Evangelio de Juan, que este Verbo, o sea, esta persona, hizo todas las cosas que existen. Él fue el que hizo el universo: el sol, la luna, las estrellas y las constelaciones, incluyendo la tierra y todo lo que existe en ella. En otras palabras: Este Verbo fue el arquitecto de la creación universo.

Este Verbo fue el que descendió del cielo, y fue concebido en el vientre de María, por obra del Espíritu Santo. Este Verbo encarnado es el que nació en Belén de Judea, en un establo, en un comedero de animales. Su cuna fue desperdicios de zacate que José puso en el fondo de un cajón donde comían los animales. Luego puso un pañal encima. Allí puso María al niño Jesús recién nacido. El cielo y la tierra se unieron a través de este niño Salvador

Los primeros privilegiados en ver al niño Jesús fueron los humildes pastores, quienes pastoreaban sus ovejas en la oscuridad de la noche. Repentinamente fueron sorprendidos por el resplandor de un ángel que les anunció del nacimiento del niño Jesús en Belén. Al mismo tiempo, una multitud de las huestes celestiales descendieron del cielo y cantaron al unísono: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Ha de ver sido sorprendente para ellos ver el resplandor de los ángeles, dándoles el anuncio del nacimiento del niño rey, y como lo iban a encontrar, envuelto en pañales en un pesebre.

Los segundos que tuvieron el privilegio de ver al niño Jesús, quizá ya de unos meses de nacido, fueron los sabios del oriente (magos). No dice de que país eran. Estos fueron guiados por una estrella luminosa que los guió hasta donde estaba el niño, el Rey de los judíos. Adoraron al niño Rey, y lo honraron con presente: oro, incienso y mirra. Con estos regalos nos damos cuenta que eran religiosos que esperaban un soberano del mundo que nacería en Judea. También eran intelectuales y de la alta sociedad, de otro país del oriente.

Con estos dos grupos de visitantes aprendemos que, el Mesías vino para los  humildes y también para los ricos e intelectuales. Vino no solo para los judíos sino también para todas las naciones, todas las razas y todas las lenguas.

BENEFICIOS DEL NACIMIENTO DE CRISTO:

1.Con el nacimiento de Cristo, la humanidad ha tenido un nuevo despertar, no solamente intelectual, sino especialmente espiritual. El hombre tiene una nueva esperanza de vida. Vida que había perdido a causa del pecado. Pero esa esperanza de vida que nos habla el Señor en los evangelios, no es una vida terrenal,  temporal, sino que está hablando de una vida en las moradas eternas.

2.Para el que cree en Cristo y guarda sus mandamientos, hay un cambio de mente. El hombre sin Cristo, se deleita en las cosas del mundo. El hombre que está en Cristo, se deleita en las cosas de Dios. Dios es el que hace ese cambio de mente en el hombre, por obra del Espíritu Santo. Y su corona es, la vida eterna. 

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