Evaluaciones del FMI sobre Guatemala - Cristóbal Pérez-Jerez

Como en un sueño, el personal técnico del FMI concluyó una de sus visitas periódicas a Guatemala. Así lo informó el poderoso organismo financiero internacional el 9 de noviembre de 2018. https://www.imf.org/es/News/Articles/2018/11/09/pr18146-imf-staff-concludes-visit-to-guatemala

Las expectativas de esta visita eran elevadas. Se dan en un momento en que el liderazgo mundial está en una discusión intensa. Tanto China, Rusia, como el tándem Berlín-Paris, quieren retar el poderío norteamericano. Además, en un momento crucial sobre las marchas de multitudes fámelicas centroamericanas hacia el sueño del norte. Y, en el momento en que Estados Unidos tiene que revisar sus relaciones con Centroamérica.

Cuáles eran los objetivos del FMI. Pues nada más y nada menos que revisar con las autoridades chapinas el desempeño de la economía guatemalteca, sus perspectivas, la estrategia de desarrollo a mediano plazo y los planes de políticas públicas. Prácticamente un plan nacional de desarrollo reluciente. Los planes de la burocracia internacional, al igual que la de funcionarios nacionales siempre son los mismos. Objetivos retóricos generales, sin sustento ideológico, ni numérico, ni financiero. Pues solo esos cuatro objetivos de abordarse en forma real podrían generar un cambio espectacular en el desempeño de una de las economías menos competitivas de américa y con indicadores de desempeño social en los últimos lugares del mundo.

Al concluir la visita, la Sra. Pérez Ruiz, jefa del grupo emitió la siguiente triste y vacía declaración:

"Fundamentada en un marco macroeconómico sólido, la economía continúa abriéndose camino entre las tensiones políticas internas y fuerzas externas en contra. Para 2018 se prevé un ritmo de crecimiento modesto del 3% como resultado de un deterioro de los términos de intercambio que está afectando a productos de exportación tradicionales, la debilidad de la inversión, y la prolongada inactividad de una importante empresa minera por orden judicial. El crecimiento repuntaría moderadamente al 3.3% en 2019, conforme se revierta el deterioro de los términos de intercambio y se consoliden las señales positivas provenientes del impulso en sectores claves de la economía, el crédito, y la ejecución presupuestaria. La inflación subyacente se ha mantenido por debajo del límite inferior de la meta del 4±1 a lo largo de 2018, y se prevé que el nivel general de inflación cierre a finales de año por debajo del 4%”

Parece que la sra. Pérez Ruiz podría ser guionista de un programa de comedias de la tele gringa. Dice que fundamentada en un marco macroeconómico sólido la economía se abre camino entre tensiones… y como conclusión que su ritmo de crecimiento es modesto… ¿Es sólido o modesto? Estos burócratas públicos internacionales son ambiguos. No aclara cuáles son las tensiones internas. Son el resultado de un sistema social mal organizado que no invierte en educación de calidad en primaria y secundaria; o son el resultado de un sistema político deteriorado que es ineficiente e incompetente para resolverlos los problemas básicos de la nación. O talvez se refieren a la descomposición institucional, en donde no se sabe que rumbo persiguen el poder judicial, el ejecutivo ni el legislativo. Un sistema corporativo sin democracia que solamente sirve a intereses de grupos de presión organizados. Pero se olvida de los grandes objetivos nacionales.

Con su ambigüedad el grupo del FMI en lugar de contribuir a reorientar la estrategia hacia la construcción de la identidad nacional, por medio del fortalecimiento de la nación, y generar unidad nacional por medio de fortalecer un proceso institucional democrático, participativo, inclusivo y solidario; lo que hace es aumentar la confusión en el Estado y la ciudadanía.

Como burócratas no generan información confiable, se esconden tras frases aparentemente inteligentes: “la economía continúa abriéndose camino entre las tensiones políticas internas y fuerzas externas en contra.” ¿Cuáles son esas tensiones políticas internas y cómo enfrentarlas?, ¿qué fuerzas externas están en contra de la economía nacional? Son fuerzas del mercado internacional o son intereses políticos los que detienen a este país. Son preguntas que debieran de responder, en primer lugar los intelectuales y profesionales, luego los funcionarios del Estado y finalmente los grupos políticos que quieren dirigir la nación.

Lo que sí es cierto es que la escalada en las disputas comerciales entre Estados Unidos frente a Europa occidental, Rusia y China abrirán elevados riesgos a las exportaciones nacionales, la atracción de inversión directa y el empleo, la inflación y la devaluación de la moneda.

Por otro lado, las deportaciones masivas de migrantes indocumentados desde Estados Unidos puede generar varios impactos en la débil estructura social y política de Guatemala. Como reincorporar una masiva llegada de indocumentados que vienen con una visión de país desarrollado a un país de menor desarrollo. También se puede esperar una disminución de las enormes remesas enviadas desde USA. Con severos impactos en las finanzas públicas.

En medio del caos internacional, la agenda anticorrupción quedó en el limbo, con los efectos que trae en la cooperación internacional, la confianza de la ciudadanía en las autoridades y los efectos en la inversión. Una gran duda mundial es el mantenimiento del secreto bancario, otra loza sobre la transparencia y las dudas sobre el verdadero compromiso del país con el combate a la corrupción.

La sombra del inicio del proceso electoral sin alternativas, parece indicar que nuevamente ganará quién logre capitalizar algún evento secundario que logre captar la débil madurez política del electorado chapín, que se concentró en la última elección en votar en contra de “te toca”, sin medir las consecuencias reales de la decisión en las urnas.

Como dirían los intratables Karl Marx y Federico Engels: “La burguesía no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción y, por consiguiente, las relaciones de producción, y con ello todas las relaciones sociales. Una revolución continua en la producción, una incesante conmoción de todas las condiciones sociales, una inquietud y un movimiento constantes distinguen la época burguesa de todas las anteriores. Todas las relaciones estancadas y enmohecidas, con su cortejo de creencias y de ideas veneradas durante siglos, quedan rotas; las nuevas se hacen añejas antes de llegar a osificarse. Todo lo estamental y estancado se esfuma; todo lo sagrado es profanado, y los hombres, al fin, se ven forzados a considerar serenamente sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocas.”

Por qué en Guatemala no se nota ese dinamismo del sistema capitalista. Por la sencilla razón de que existen muchos estadios del capitalismo. Los insurgentes mencionados solamente analizaron el papel progresista del capitalismo en países con liberalismo democrático, es decir, democracia política y libre mercado. No pudieron conocer a los países del tercer mundo, con capitalismo semifeudal. Nos toca transformar a Guatemala en un país liberal democrático.

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Ignacio EspañaComentario