Una nueva propuesta para la estabilidad en Centroamérica - Cristóbal Pérez-Jerez

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, recién iniciado en México, pareciera ser una luz de esperanza en medio del túnel del subdesarrollo del cuarteto de norte de Centroamérica. Es que cada cierto tiempo los problemas endémicos de la región centroamericana implosionan, y los ojos del mundo se vuelven a esta región eternamente estancada y deciden generar proyectos de desarrollo. Algún día alguien dará con la clave y por fin estos países iniciaran un proceso de bienestar social, acompañado de economías eficientes y amigables con el ambiente.

Por el momento, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) nos informa que apoyará el diseño e implementación del Plan de Desarrollo Integral impulsado por varios fenómenos que se acumulan y generan presión para el cambio. En primer lugar, la respuesta contundente del gobierno de Estados Unidos dispuesto a poner muros fuertes para contener la emigración de muchedumbres empobrecidas de la región; segundo, el aumento de la pobreza, el desempleo y la desnutrición en la región; tercero, la nulidad de las sociedades centroamericanas para proveer de educación, salud y trabajo a las mayorías.

De allí que un cambio de rumbo en el gobierno de México, parece ser una oportunidad para generar algunas reformas en la política pública de los gobiernos de los cuatro países El Salvador, Guatemala, Honduras y México. Según la Cepal, se busca promover el desarrollo y las oportunidades de la región, contribuyendo a la prevención del fenómeno migratorio y atacando sus causas estructurales simultáneamente. Lo cual parece una interpretación esperanzadora de no ser que se ha escuchado ya en infinidad de veces y las promesas no se cumplen.

Los representantes del poder del Estado firmaron un acuerdo conjunto para promover esta iniciativa. El lenguaje utilizado es como siempre, diplomático, señala los problemas de una forma tan ambivalente que no deja lugar a propuesta de soluciones reales. Por ejemplo, dice “la importancia de atender el fenómeno migratorio como una problemática compleja que exige la gobernanza adecuada para facilitar la migración segura, ordenada y regular desde una perspectiva regional integral.” Lo que no deja claro sí se resolverán los problemas esenciales que no permiten la convivencia ciudadana y generan indicadores de pobreza, analfabetismo y falta de preparación laboral que obligan a la migración. O solamente se organizarán los traslados de forma ordenada de acuerdo a la demanda de mano de obra barata en el mercado de Estados Unidos.

La misma Alicia Bárcenas, directora de Cepal, en su informe para esta iniciativa indica los problemas desorbitantes de la región. Guatemala tiene al 76% de la población rural en pobreza; Honduras el 65%; Nicaragua y Panamá el 50; El Salvador el 38 y Costa Rica el 30. Según Cepal, la región genera una concentración de la riqueza extrema. Un personaje del quintil más rico genera ingresos de 20 a 70 veces, de lo que genera un miembro del quintil más pobre. De cada 600 jóvenes que buscan empleo anualmente solamente 205 lo encuentran. Los niveles de deserción escolar y pérdida de escolaridad son altos. En estas condiciones, se calcula que emigran hacia el norte 1 millón 200 mil salvadores; 880 mil guatemaltecos; 530 mil hondureños. Hacia Costa Rica emigran 300 mil nicaragüenses. https://www.cepal.org/es/presentaciones/desarrollo-integracion-igualdad-la-respuesta-centroamerica-la-crisis-la-globalizacion.

Generar un proyecto de desarrollo integral en la región sigue siendo un sueño. Que genera el desconsuelo en el futuro de estos países. No se piensa en reconstruirlos social, económica y ambientalmente. Se busca como generar una emigración organizada. Que se encuentra con una potencia norteamericana muy debilitada y de alguna manera saturada.

Cuando se pregunta a los centroamericanos por qué emigran, Cepal informa que las respuestas más importantes son: uno, falta de empleo y crisis permanente de la economía; dos, ingresos muy bajos y malas condiciones de trabajo; y, tres, violencia e inseguridad.

En resultados de educación la situación no mejora mucho. En Panamá apenas el 62% termina la secundaria; en Costa Rica el 58%; Guatemala el 33%; el resto están igual.

¿De que dependerá que este plan impulsado por Cepal genere un cambio? Primero, de la actitud del gobierno de los Estados Unidos, estará dispuesto Trump y su equipo a generar proyectos sociales o seguirá apostando por el uso de la fuerza y el gasto militar; segundo, que el gobierno de México tenga un relativo éxito social, sí López Obrador logra enderezar el rumbo de México habrá esperanza, si fracasa estaremos condenados eternamente; tercero, a que los países centroamericanos por fin tengan sensatez y gasten el 20% de su presupuesto en educación primaria y secundaria y salud de calidad.

En un año sabremos si fue realidad o alboroto de un día.

upload.jpg
Ignacio EspañaComentario