Una “liga nacional de futbol” repleta de extranjeros - Giovanni Tobar

Más allá de un simple elemento de distracción, el futbol constituye en muchos Estados una verdadera apuesta para la movilidad de las diversas capas sociales en los países.  Ejemplos de ello sobran principalmente en el cono sur del continente, Argentina, Uruguay, Chile y por supuesto Brasil, donde se fomentan las ligas menores y se les brinda gran oportunidad para desarrollarse.

En Guatemala este es quizá el deporte más popular, basta ver que no hay pueblo que no tenga un campo de futbol, así como asociaciones que organicen campeonatos locales para fomentar la competencia en el deporte, de esa cuenta vemos excelente talento en las canchas departamentales, municipales y de sus colonias.

En sus diversas divisiones  en el futbol profesional de Guatemala se fomenta la participación local, sin embargo existe una enorme grada entre estas divisiones y la liga nacional de fut bol que es la máxima categoría del balompié en el país, pues no obstante esta debería ser la vitrina para mostrar al mejor talento guatemalteco, la misma se ha convertido en una receptoría  de  extranjeros que en sus países no figuraban en los primeros niveles de participación.

De los doce equipos que figuran en esta “liga Nacional”, Municipal es quizá quien más ha abusado de la contratación de extranjeros o recurrido al truco de la nacionalización,  lo cual es una contradicción en sí misma, toda vez que es el equipo con mayor simpatía en las capas populares por lo cual su compromiso de tener buenos semilleros y darles la oportunidad en su equipo mayor es más que obvia.

En lugar de cinco o seis jugadores foráneos, mas convendría normar a dos máximo pero jugadores de primer nivel que verdaderamente dejen una escuela en el jugador nacional, de igual manera sucede en la dirección técnica de los equipos pues  hoy por hoy  los extranjeros superan en número a los que dirigen en la liga nacional, más no en calidad.

Extranjeros que vengan, por supuesto, pero que vengan en calidad, no en cantidad, caso contrario estamos relegando de oportunidades al futbolista local que está en la primera división del futbol y que aspira dar el salto cualitativo y cuantitativo a la mal llamada “Liga Nacional” y así sucesivamente en efecto de cascada en las subsiguientes categorías.

Si la respuesta la tenemos en la nariz, no estemos preguntando después porque la selección de Guatemala es eliminada en las primeras rondas de las justas internacionales o porque nunca hemos ido a un mundial de Futbol, dicho lo anterior,  el sueño de muchos de escuchar el himno nacional en unos juegos olímpicos o en Catar en 2022, suena a la muy de moda “misión imposible”.

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Ignacio EspañaComentario